El Arte de Reprobar la Materia: Una Guía No Aprobada

 

¿Estás cansado de las buenas calificaciones? ¿Te agobia tanto éxito académico que sientes la necesidad urgente de fracasar por una vez en la vida? ¡Bienvenido al arte de reprobar la materia! Aquí te compartimos los pasos infalibles para que no veas un 10 ni en sueños. Spoiler: este blog está lleno de sarcasmo. Léelo bajo tu propio riesgo (y con sentido del humor).

Paso 1: Olvida que tienes una materia

El primer paso es la negación. Si no piensas en la clase, no existe. ¿Tienes tareas? Ignóralas. ¿Examen? Nunca escuchaste esa palabra. Repetir “yo no vine a estudiar, vine a vivir la experiencia” es el mantra oficial.

Paso 2: Haz de TikTok tu tutor académico




¿Para qué leer el libro si puedes ver videos de gatos haciendo parkour? TikTok y Netflix son los aliados perfectos para no aprender nada. Reemplaza el horario de estudio con maratones de series. Asegúrate de ver mínimo 4 temporadas antes de pensar en abrir el cuaderno.


ejemplo: https://www.tiktok.com/es-419/

Paso 3: Conviértete en un ninja del ausentismo

Asistir a clases es tan 2010. Practica el noble arte de desaparecer justo cuando el profesor pasa lista. Si logras que tus compañeros duden si realmente existes, vas por buen camino.

Paso 4: Entrega trabajos con la energía de un lunes a las 7 a.m.

Si te ves obligado a entregar algo, hazlo sin alma, sin ganas y sin haber leído las instrucciones. Copiar y pegar de Wikipedia es una técnica ancestral muy apreciada por quienes buscan un cero rotundo con estilo.

Paso 5: Sé el alma del grupo… menos del estudio

Participa activamente en los grupos de WhatsApp solo para mandar memes y distraer a los demás. Si alguien pregunta algo relacionado con la materia, responde con un sticker. ¡Que nadie sospeche que quieres aprender!

Bonus: Culpemos al sistema

Cuando llegue la hora de las notas, lo más importante es tener excusas sólidas. Algunas ideas:

  • “El profesor me tiene bronca.”

  • “El sistema educativo está roto.”

  • “Yo soy más práctico, la teoría me limita.”

Conclusión (irónica, pero real)

Aunque todo esto suena divertido (y a veces muy cierto), reprobar nunca es la mejor opción. Detrás del chiste hay una verdad incómoda: muchas veces fallamos no porque no podamos, sino porque no encontramos motivación o apoyo.

Si te sentiste identificado, ríete… pero también reflexiona. Reprobar no te define, pero aprender a mejorar después de hacerlo, sí. El verdadero arte no está en fracasar con estilo, sino en levantarte con sabiduría.

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