¿Es mejor amar o ser amado?

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A veces me quedo pensando en esas preguntas raras que no tienen una respuesta clara. Una de ellas es: ¿ qué es mejor, amar o ser amado? Puede sonar simple, pero si te pones a pensarlo bien, tiene más fondo del que parece. Porque todos queremos amor, ¿no? Pero, ¿ qué pasa cuando tú das todo y no recibes lo mismo? ¿O cuando alguien te quiere mucho, pero tú no sientes nada? Ahí es cuando empieza el lío.

Desarrollo

Amar es algo bonito, pero también complicado. Cuando tú amas, sientes mariposas, ilusión, y todo parece más brillante. Pero al mismo tiempo, te vuelves vulnerable. Te importa tanto esa persona que a veces te olvidas de ti. Y si no te corresponden, duele… bastante. Como si estuvieras luchando solo por algo que debería ser de dos.

Por otro lado, ser amado se siente bien. Es lindo saber que alguien piensa en ti, te escribe, te extraña. Te hace sentir especial. Pero si tú no sientes lo mismo, puede que hasta te dé culpa. Como que no quieres hacerle daño, pero tampoco puedes forzarte a sentir algo que no está.

En mi opinión, lo ideal sería que ambas personas se amen igual, pero en la vida real no siempre pasa. A veces uno quiere más, o antes, o de forma diferente. Y ahí es donde uno se pregunta: ¿vale la pena seguir amando aunque no te amen? ¿O es mejor dejarse querer aunque no ames?

Conclusión

Después de pensar mucho, creo que amar es más fuerte. Porque cuando amas de verdad, lo haces con el corazón, sin esperar nada. Y aunque a veces duela, te hace crecer. Ser amado también es hermoso, pero si no va acompañado de amor de tu parte, se siente vacío. Tal vez no haya una respuesta correcta, pero para mí, amar es lo que te hace sentir vivo. Y sí, arriesgarse da miedo, pero a veces ese riesgo vale todo.